La transformación digital llegó antes y con un ritmo más acelerado de lo que habíamos pensando. Sin embargo, no es lo único que debemos mirar para adaptarnos a lo que viene.
¿Cuánto se ha hablado del futuro del trabajo? Pues bien, ha llegado. Hoy estamos viviendo una transformación como nunca antes, con cambios no solo tecnológicos, sino en la cultura laboral. Tanto las empresas como los talentos se preparan para entrar de lleno en la era de la agilidad, el dinamismo y los equipos orientados por resultados.
Es interesante saber que la tecnología es un componente más en esta transformación. A la vez que se incluyen las nuevas herramientas y se aprende a aplicarlas, el futuro del trabajo está basado sobre todo en las habilidades blandas, y en cómo se formen los equipos.
En este sentido, es clave que las empresas empiecen a generar una cultura incluyente. ¿Por qué? Primero porque mejora la salud mental y el bienestar emocional de los colaboradores. Y porque de esta manera se crean organizaciones centradas en las personas, que es hacia donde estamos yendo, sobre todo ahora que estamos atravesando esta pandemia.
Siguiendo esta línea, es preciso saber que la diversidad es el gran valor de las firmas del futuro. Y con esto no solo nos referimos a género, sino a todo tipo de diversidades, creando equipos más empáticos y con más apertura a los cambios. Tener en un mismo lugar de trabajo a personas que piensan de modo diferente solo ayuda a generar más creatividad.
Nuevos modelos
Con el crecimiento del home office, surgen también modelos de organización que antes parecían impensados. En este sentido, los talentos IT ya estaban acostumbrados a modelos híbridos, trabajando más desde sus casas o la ubicación que prefieran, que yendo a la oficina. Es por eso que hoy todos los miran para aprender a adaptarse y, desde las empresas, para saber cómo seguir estimulando la productividad de sus colaboradores.
Esto también trae la mayor disposición de las empresas, a tener equipos mucho más dispersos entre ciudades, países y hasta continentes. Esto implicará aprender a gestionar con mayor flexibilidad para integrar la diversidad cultural y la construcción de confianza en los vínculos a distancia.
Por último, en el futuro hay algo que hemos incorporado y debemos cuidar: el respeto por la vida personal y familiar de cada empleado. Esto será esencial, porque permitirá que cada uno se sienta cómodo con la cultura empresarial y, por sobre todo, se genere un lazo con la empresa y sus compañeros.