Este tipo de prácticas es esencial para que el fin del ciclo laboral resignifique el vínculo entre el talento y la compañía. Además, fortalece a la marca empleadora.
Por diferentes motivos, las empresas muchas veces enfrentan decisiones difíciles, como la desvinculación de colaboradores. Ya sea por reestructuración, cierre de áreas o rediseño estratégico, estas situaciones pueden generar un fuerte impacto no solo en quienes dejan la compañía, sino también en quienes se quedan.
En este contexto, contar con un programa de outplacement no solo es una práctica responsable, sino también una estrategia clave para cuidar la reputación corporativa y reforzar la marca empleadora.
¿Qué es el servicio de outplacement? Es un proceso de acompañamiento profesional que las organizaciones ofrecen a los colaboradores que están siendo desvinculados. El objetivo es ayudarlos a reinsertarse en el mercado laboral de la mejor manera posible, brindándoles herramientas, contención y orientación.
También, muchos aprovechan la oportunidad para reinventarse, buscar conectar con aquellas actividades que les dan placer y quizá por la agenda laboral habían quedado en un segundo plano.
Como expertos en outplacement, desde Talent Solutions recomendamos que este servicio incluya:
En definitiva, se trata de poner a la persona en el centro, aún en un momento tan complejo como el fin de un vínculo laboral.
¿Por qué es beneficioso para la empresa?
Aunque a simple vista el outplacement puede parecer una inversión destinada a alguien que deja la organización, en realidad genera valor en múltiples niveles.
Te los detallamos:
El outplacement es una herramienta poderosa para acompañar a las personas con empatía en momentos de cambio, pero también para construir una cultura organizacional basada en el respeto y el cuidado.
En un mercado en el que la marca empleadora pesa cada vez más, invertir en estos procesos es una forma concreta de mostrar que las personas siguen siendo lo más importante, incluso cuando ya no forman parte del equipo.