No son pocos los talentos que atraviesan sus jornadas laborales con una alta carga de estrés. Sin embargo, las empresas pueden ayudarlos a eliminar este malestar.
El equilibrio entre la vida laboral y personal se volvió uno de los factores más determinantes para la productividad y el bienestar de los colaboradores. Ya no se trata solo de ofrecer beneficios atractivos, sino de crear entornos laborales sostenibles, en los que las personas puedan desarrollarse profesionalmente sin sacrificar su salud, su tiempo ni sus vínculos.
Para analizar esto, ManpowerGroup indagó a los talentos a nivel global, y el 49% aseguró experimentar diariamente un nivel de estrés entre moderado y alto en el trabajo, tal como se afirma en el estudio Acelerar la Adaptabilidad. Tendencias Laborales 2025.
Ahora bien, las empresas están ante la gran oportunidad de ser las impulsoras para que sus colaboradores puedan conquistar ese equilibrio tan deseado. Por eso, desde Talent Solutions seleccionamos las 10 acciones más efectivas para fomentarlo:
1. Flexibilidad laboral con propósito: permitir que los colaboradores elijan cuándo y desde dónde trabajar es una de las medidas más valoradas. Pero la flexibilidad solo funciona si va acompañada de objetivos claros y una cultura basada en la confianza. Las organizaciones que lo implementan bien logran equipos más autónomos y menos propensos al burnout.
2. Política de desconexión digital: apagar las notificaciones después del horario laboral debe ser una regla, no un privilegio. Promover tiempos de descanso ayuda a sostener la creatividad y la motivación.
3. Liderazgo empático y consciente: los líderes que escuchan comprenden y apoyan las necesidades personales de sus equipos generan mayor compromiso. Capacitar a los mandos medios en empatía, inteligencia emocional y gestión del estrés es una inversión que se traduce en resultados tangibles.
4. Beneficios personalizados: no todos los colaboradores necesitan lo mismo. Algunas personas valoran más los días libres adicionales; otras, la posibilidad de acceder a servicios de salud mental, programas de fitness o apoyo parental. La personalización de estos beneficios permite una experiencia laboral más equitativa.
5. Promoción de la salud mental: según el Barómetro Global del Talento, de ManpowerGroup, el 70% de los trabajadores prioriza la salud mental al considerar un nuevo empleo. Ofrecer asistencia psicológica, talleres de mindfulness o pausas activas es clave para reducir el estrés y aumentar la concentración. El bienestar emocional ya no es un lujo, es una necesidad.
6. Fomentar la planificación equilibrada: la gestión del tiempo es un recurso estratégico. Promover prácticas como reuniones breves, metas alcanzables y respeto por los plazos evita sobrecargas innecesarias. Los líderes deben dar el ejemplo, evitando el “presentismo digital” y alentando jornadas laborales saludables.
7. Crear espacios de bienestar físico: en la oficina o en formato remoto, el entorno influye en el bienestar. Espacios con luz natural, zonas verdes, estaciones ergonómicas o actividades físicas durante el día aumentan la energía y la concentración.
8. Reforzar el sentido de propósito: cuando las personas sienten que su trabajo tiene un impacto positivo, se comprometen más. Las empresas que conectan las tareas diarias con la misión y los valores organizacionales promueven una motivación más profunda y duradera.
9. Reconocimiento constante: agradecer y celebrar logros, incluso los pequeños, fortalece el equilibrio emocional y el sentido de pertenencia.
10. Promover el aprendizaje continuo: el desarrollo profesional también forma parte del equilibrio. Cuando una empresa ofrece oportunidades de crecimiento los colaboradores se sienten más realizados y menos propensos al desgaste.
Lograr el equilibrio entre la vida laboral y personal no depende de una sola política, sino de una cultura organizacional coherente. Aquella que respeta los tiempos de las personas, celebra los logros, valora la diversidad y promueve espacios para reconectar con uno mismo.