El futuro del trabajo en LATAM: Explorando el debate a la reducción laboral

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Publicado el 18/03/25

Con la reciente aprobación en España de un anteproyecto que propone implementar una semana laboral de 37.5 horas, muchos países empiezan a preocuparse si ellos podrían imitar al continente Europeo.

 

La reciente decisión de España de aprobar un anteproyecto para reducir la jornada laboral sin afectar los salarios ha reabierto el debate sobre la viabilidad de este modelo en América Latina.

¿Qué dicen las experiencias? Mientras que en algunos países europeos esta medida ha demostrado mejorar la productividad y el bienestar de los trabajadores, en América Latina las condiciones económicas y laborales presentan desafíos particulares para su implementación.

¿Cuáles serían los desafíos propios de la región?

América Latina tiene sus particularidades, compartidas entre la mayor parte de los países, y esto puede hacer que la baja de la cantidad de horas todavía sea más una idea que una realidad en la región.

¿Cuáles son estos obstáculos a derribar? Desde Manpower te los contamos:

  • Alta informalidad laboral: en muchos países de la región, una gran parte de la población trabaja en condiciones informales, sin acceso a regulaciones laborales que permitan una reducción efectiva de la jornada sin afectar los ingresos.
  • Productividad y estructura empresarial: mientras que en España el anteproyecto de reducción de la jornada laboral se respalda en modelos de alta productividad, en América Latina muchas empresas aún operan con estructuras que no miden su eficiencia y hasta hay algunas que operan con capacidad ociosa, lo que podría dificultar compensar la reducción de horas con mayor rendimiento.
  • Resistencia del sector empresarial: en un contexto en el que los costos laborales son un tema de constante debate, muchas organizaciones podrían ver esta medida como una amenaza a su rentabilidad, especialmente en sectores que dependen de mano de obra intensiva.
  • Diferencias legislativas y económicas: la implementación de una medida de este tipo requeriría un marco regulatorio sólido y una negociación entre gobiernos, empleadores y sindicatos, algo que varía significativamente entre los países de la región.

Entonces, viendo este panorama, ¿es posible implementar una jornada reducida? A pesar de los desafíos, algunos sectores específicos podrían beneficiarse de la reducción de la jornada laboral.

Empresas tecnológicas, de servicios profesionales y aquellas con estructuras flexibles ya están explorando modelos de trabajo híbrido o con menos horas semanales, priorizando la eficiencia sobre la cantidad de horas trabajadas.

Además, una jornada más corta puede aumentar la satisfacción laboral, reducir el ausentismo y mejorar la salud mental de los colaboradores, factores que a largo plazo pueden traducirse en beneficios económicos tanto para las empresas como para la sociedad en su conjunto.

Si bien América Latina enfrenta obstáculos significativos para adoptar una reducción de jornada laboral sin afectar salarios, la tendencia global indica que el futuro del trabajo se orienta hacia esquemas más flexibles y centrados tanto en la productividad como en el bienestar de las personas.

Para que esta medida sea viable en la región, será necesario un enfoque gradual, con pruebas piloto y un compromiso real de todos los involucrados del mercado laboral. En Manpower consideramos que la clave estará en equilibrar las necesidades de las empresas con el bienestar de los trabajadores, promoviendo modelos que beneficien a ambas partes a largo plazo.