¿Cómo llegas a fin de año?

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Publicado el 28/10/25

El cansancio laboral crece y desafía a las empresas a cuidar el bienestar de sus equipos.

A medida que se acerca el final del año, una pregunta empieza a repetirse en los pasillos, las videollamadas y las charlas de café: ¿cómo llegas a fin de año? Y la respuesta, cada vez más frecuente, parece ser la misma: “cansado”.

El cansancio laboral se ha convertido en uno de los temas más urgentes para las organizaciones. Según el estudio Acelerar la adaptabilidad, realizado por ManpowerGroup, casi la mitad (49%) de los trabajadores de todo el mundo afirma experimentar niveles de estrés entre moderado y alto todos los días.

Es decir, uno de cada dos colaboradores vive su rutina laboral con una carga emocional y mental sostenida, que termina afectando su energía, su motivación y su rendimiento.

A este panorama se suma un dato que debería encender alertas en los equipos de liderazgo: solo el 21% de los empleados siente que su empresa apoya plenamente su bienestar mental. Esto revela una desconexión entre lo que las personas necesitan y lo que las organizaciones están ofreciendo, en un contexto en el que el equilibrio entre productividad y salud emocional es más importante que nunca.

La tecnología, un aliado que también agota

El avance de la inteligencia artificial (IA) y las nuevas herramientas trajo consigo un nuevo tipo de presión: la de mantenerse al día con tecnologías y modos de trabajar que cambian a gran velocidad.

Aunque la IA promete mejorar la eficiencia y liberar tiempo para tareas más creativas, en muchos casos está generando el efecto contrario.

¿Por qué decimos esto? Porque en el mencionado estudio de ManpowerGroup se señala que el 47% de los trabajadores que usan herramientas de inteligencia artificial afirma no tener claro cómo alcanzar los objetivos de productividad que sus empleadores esperan. Además, tres de cada cuatro (77%) sienten que la IA redujo su rendimiento y aumentó su carga de trabajo en al menos un aspecto.

Lejos de reemplazar el esfuerzo humano, estas tecnologías están exigiendo una readaptación constante, que muchas veces se traduce en más horas de trabajo, más frustración y más agotamiento. El desafío para las empresas no es solo implementar tecnología, sino acompañar a sus equipos en el proceso de aprendizaje, definiendo metas realistas y cuidando el bienestar de las personas detrás de las pantallas.

Estrés, agotamiento y oportunidad

El estrés crónico no solo afecta la salud física y emocional de los colaboradores, también impacta directamente en los resultados del negocio. Fatiga, desmotivación, fallas en la concentración y menor compromiso son consecuencias frecuentes de un entorno laboral sobre exigido.

Sin embargo, esta realidad también representa una oportunidad: la inversión en el tratamiento de la ansiedad y la depresión en el trabajo puede multiplicar por cuatro la productividad de los empleados. Es decir, cuidar el bienestar no es un gasto: es una estrategia que genera retorno.

Las empresas que promueven espacios de descanso, flexibilidad y diálogo abierto logran equipos más creativos, comprometidos y resilientes. Del mismo modo, los líderes que se ocupan de escuchar y acompañar a sus equipos fortalecen la confianza y la motivación colectiva.

La clave está en volver a poner a las personas en el centro. Llegar a fin de año no debería ser sinónimo de agotamiento extremo.