Son puestos estratégicos, y por eso no solo deben estar alineados a la cultura de la empresa, sino también a las nuevas demandas del mercado.
Muchas veces contratar a un nuevo líder, ya sea un jefe de área, gerente o director, en una compañía es un gran desafío. Primero porque son posiciones que no son fáciles de reemplazar y que tienen un alto costo, tanto estratégico como económico, sobre todo si es que la persona elegida no llega a cumplir con lo esperado para la posición o no encaja en la cultura de la compañía.
Por eso, nuestro equipo de expertos en talento especializado de Manpower te recomienda tomar en cuenta estas cinco habilidades que todo líder debería tener en el nuevo mundo del trabajo:
Perfil digital
Hoy los líderes deben conocer sobre cómo se manejan los negocios en el mundo digital. Esto no significa que sean expertos en desarrollo o programación, sino que comprendan los códigos de la economía 5.0 y cómo encaja la empresa en este esquema.
Comunicación horizontal
De todas las habilidades blandas esta es una de las más difíciles de encontrar. Un líder tiene que poder ser claro, pero también concreto en su manera de comunicar. Y tiene que serlo tanto hacia el directorio de la compañía, como con sus pares y, más aún, con su equipo. En gran parte, de esto depende el éxito de su gestión.
Learnability
Quien hoy no esté dispuesto a aprender cosas nuevas y a abandonar costumbres que hasta acá fueron efectivas, tiene muy pocas posibilidades de seguir haciendo crecer su carrera laboral.
Visión estratégica
De nada vale tener un líder experto en su área si no puede interactuar con las otras. La visión estratégica implica poder ver cómo juega su departamento dentro de la compañía, y cómo puede potenciar sus alcances. Y al mismo tiempo debe estar prestando atención a cómo la firma se desarrolla y el rol que ocupa en el mercado, tanto de su segmento como del país o la región.
Orientado a resultados
En un contexto donde los datos son la nueva moneda de cambio, nadie puede ignorarlos. Todo buen líder debe poder conseguir y analizar la data, para a partir de ella tomar decisiones. Muy importante, tiene que ser capaz de cambiar la estrategia planteada cuando los datos no sean los que esperaban.