El proceso de reclutamiento es sumamente importante. Muchas veces es el primer contacto con la persona, y por eso es importante diseñarlo adecuadamente.
Captar talento no es solo publicar una vacante y esperar que lleguen los mejores perfiles. Requiere estrategia, análisis y, sobre todo, evitar errores que pueden costarte caro: desde perder buenos candidatos hasta dañar tu marca empleadora.
Muchas empresas se esfuerzan en atraer talentos, pero tropiezan una y otra vez y no consiguen dar con esos trabajadores que tanto necesitan. En Talent Solutions RPO, vemos como muchas compañías comenten errores en la descripción del puesto, es por eso que queremos señalar sobre lo qué no conviene hacer cada vez que se selecciona a nuevos colaboradores:
- No tener claro qué estás buscando: uno de los errores más frecuentes es iniciar el proceso sin una descripción de perfil precisa y realista. Esto genera demoras, candidatos mal calificados y frustración tanto del lado de la empresa como del postulante. ¿La solución? Trabajar en conjunto con el área que tiene la vacante para construir una job description alineada con los objetivos del rol, los skills necesarios y las condiciones reales de contratación.
- Apostar solo a lo urgente y no a lo estratégico: muchas compañías salen a buscar talento cuando el problema ya explotó. Reaccionan en vez de planificar. El reclutamiento estratégico requiere anticipación, generación de pools de talento y una mirada proactiva sobre las necesidades futuras. Sin embargo, es mejor incorporar un enfoque de workforce planning y apoyarse en partners de RPO para que la búsqueda no arranque siempre desde cero.
- Publicar vacantes genéricas o poco atractivas: un aviso que no transmite cultura, que está mal redactado o lleno de tecnicismos, no solo no atrae: ahuyenta. En un mercado en el que los talentos eligen con lupa, el anuncio es tu carta de presentación, es esa primera impresión que debe cautivar. Entonces, es preciso contar claramente qué se está ofreciendo, cuál es el desafío del puesto y por qué alguien querría sumarse a la empresa.
- Procesos largos, desordenados o sin feedback: otro error común es diseñar procesos eternos, con múltiples entrevistas, sin tiempos definidos ni devoluciones claras. Esto desgasta al talento, genera una mala experiencia y termina afectando la marca empleadora. La solución está en mapear cada etapa, definir responsables y brindar una comunicación empática y oportuna. El seguimiento es tan importante como la búsqueda en sí.
- Ignorar los datos y los indicadores del proceso: no medir la eficacia del proceso de captación es como contratar a ciegas. ¿De dónde vienen los mejores candidatos? ¿En qué etapa se caen? ¿Cuánto tarda en promedio una cobertura? Si no se cuenta con estos datos, es muy difícil mejorar. Un buen proveedor de RPO no solo recluta: también te aporta insights clave para optimizar el proceso. Y esto debe saberse a la hora de contratarlo.
En un mercado cada vez más competitivo y con talentos exigentes, captar bien ya no es un lujo: es una necesidad estratégica. Evitar estos errores y trabajar con procesos claros, ágiles y centrados en la experiencia del candidato puede marcar la diferencia entre cubrir una vacante o perder a tu próximo gran talento.
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