Muchas veces, quienes están a cargo de equipos o de las organizaciones se quejan de no contar con ayuda al momento de tener que tomar decisiones.
En el ámbito del liderazgo, la llamada "soledad del líder" se refiere a una sensación de aislamiento y desconexión que muchos en posiciones de poder experimentan a medida que asumen mayores responsabilidades.
¿Qué significa? Que a pesar de estar rodeados de personas, los líderes suelen enfrentarse a decisiones difíciles y demandas que pueden llevarlos a sentir que están solos en sus desafíos, especialmente porque sus funciones requieren confidencialidad y prudencia. Este fenómeno es común, y sin una gestión adecuada, puede tener efectos profundos en el bienestar emocional y el rendimiento de la persona.
Esto sucede por varios motivos. En primera instancia, son los líderes los que toman las decisiones estratégicas que afectan a la compañía. Y esto no pueden delegarlo, entonces sienten que deben proyectar una confianza que quizá no siempre poseen.
En segundo lugar, la posición jerárquica del líder suele dificultar que otros se acerquen con sinceridad para ofrecer retroalimentación o apoyo emocional. Esto se denomina la distancia de poder.
Esta distancia no es siempre intencional, pero puede llevar a que los miembros del equipo eviten interacciones informales o temas sensibles con la persona en la posición de liderazgo, aumentando la desconexión.