Tres pasos para ser dueño de tu carrera
Mirando hacia adentro: El primer paso consiste en participar en la autorreflexión y buscar activamente la retroalimentación de los demás, ya sean los miembros de tu equipo, los colegas más amplios o el gerente de línea. Al hacerlo, puedes evaluar tus propias fortalezas e identificar qué es lo que deseas no solo de tu puesto actual, sino también de las oportunidades futuras. La retroalimentación te ayudará a validar la percepción que tienes de ti mismo y a ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Habrá capítulos en tu carrera en los que te sientas realizado y otros en los estés insatisfecho, y es importante que tomes el tiempo necesario para reflexionar sobre estos capítulos y entender por qué te sentiste así y qué fue lo que disfrutaste o no durante ese momento específico. Esta información será crucial para ayudarte a comprender tus valores y motivadores para informar tus futuras decisiones profesionales.
Algunas preguntas clave que todos podemos hacernos en esta etapa son:
¿Qué es lo que me gusta hacer?
¿Qué es lo que mejor hago?
¿Cómo aporto valor al negocio?
¿Cómo me describirían los demás?
Mirando hacia afuera: El siguiente paso es examinar el entorno que te rodea y medir qué tan alineados estamos con él. Una vez que hayas reflexionado sobre tu carrera hasta la fecha, querrás considerar las necesidades y expectativas de tu organización, e identificar si están alineadas con lo que sea que estés buscando de tu carrera. Piensa en los aspectos de tu rol que disfrutas (estos son tus intereses) y luego piensa en lo que estabas haciendo durante estos momentos de disfrute, para ayudarte a identificar las habilidades y destrezas que estabas utilizando. Siempre que nuestras habilidades estén alineadas con nuestros intereses, es donde podemos identificar nuestras fortalezas clave y comenzar a pensar si nuestra organización nos está brindando las oportunidades para hacer las cosas en las que somos buenos. Si es así, es probable que tus habilidades y experiencia ya contribuyan positivamente al rendimiento empresarial, y estarás bien posicionado para lograr una sensación de satisfacción en tu carrera. De lo contrario, puede ser el momento de iniciar conversaciones internas para discutir las oportunidades de adquirir las habilidades que necesita/desea, o para pasar a otro puesto que esté más alineado con sus aspiraciones personales.
Algunas preguntas clave que debes hacerte son:
¿Cuál es el estado actual de la organización?
¿En qué dirección va el negocio?
¿Mi conjunto de habilidades actual cumple con los requisitos de mi puesto?
¿Es probable que necesite desarrollar nuevas habilidades en un futuro próximo a medida que la organización evolucione?
Esperando: El paso final es pensar en el futuro y planificar. Con la velocidad a la que está cambiando el mundo del trabajo, muchos de nosotros tendremos que dar un giro para preparar nuestras carreras para el futuro, ya sea adquiriendo nuevas habilidades o cambiando de función. Las conversaciones y el coaching profesionales pueden ser de inmenso beneficio aquí. Las conversaciones profesionales son una oportunidad para que trabajes con tu superior jerárquico para hablar de tus aspiraciones, identificar oportunidades de desarrollo y explorar los pasos que podrías dar para preparar tu carrera para el futuro. El coaching profesional puede basarse en estas conversaciones y ayudarte a crear un plan de acción profesional sólido con el que puedas hacer un seguimiento del progreso, asegurándote de que avanzas continuamente en términos de desarrollo profesional y logro de tus objetivos profesionales.
Las preguntas clave en esta etapa final podrían incluir:
¿Cuáles son los objetivos estratégicos y las prioridades de mi organización?
¿Cómo puedo adquirir las habilidades y la información necesaria para avanzar?
¿Cómo me adapto continuamente ante el cambio?
¿Qué necesito para tener éxito tanto en mi puesto actual como en el próximo?
Es importante tener en cuenta que estos tres pasos no son cosa de una sola vez. Asumir la responsabilidad de nuestra carrera es un proceso continuo con el que debemos participar a lo largo de nuestra vida laboral. Y con la velocidad a la que la tecnología se está integrando en el mundo laboral, la necesidad de gestionar y preparar nuestras carreras para el futuro nunca ha sido mayor.
