Es la cita deportiva más convocante, y en América Latina despierta pasión. Muchos encuentran en esta competencia la oportunidad para ingresar al mercado laboral, sumar experiencia y estar cerca del campo de juego.
Tribunas colmadas, banderas de todos los países, colores, trajes tradicionales, cánticos rítmicos, hinchas felices. En el campo de juego, la épica, los mejores jugadores, goles magistrales, festejos descontrolados y otros coreografiados. Todas estas son las imágenes que cada uno tiene cuando piensa en un Mundial de Fútbol, y todavía más si vive en América Latina, donde este deporte es pasión regional.
Pero detrás de ese espectáculo también hay un enorme movimiento económico y humano: miles de trabajadores que hacen posible que estadios brillen, hoteles reciban turistas, ciudades se llenen de vida.
Para nosotros los latinoamericanos, el fútbol es más que un deporte: es parte de nuestra identidad. Y ese sentir también se entrelaza con las oportunidades de empleo que trae consigo la mayor cita con la número 5. Y esto es tanto para los locales, como para extranjeros que pueden aplicar a búsquedas y hasta presentarse como voluntarios para estar cerca del césped.
Pelota y trabajo
Un Mundial no es solo una competencia: implica construir ciudades temporales y permanentes. En el caso de Qatar 2022, por ejemplo, la FIFA convocó a miles de trabajadores migrantes para tareas que van desde la construcción de estadios hasta la limpieza, la hospitalidad, la seguridad, el transporte y el catering.
Muchos de estos trabajadores llegaron a ese país desde de otras latitudes. ¿Por qué? Es que el trabajo pre, durante y post mundial es intenso: es mucho por hacer, y en poco tiempo. Entonces se necesita un gran volumen de personas, pero también a los mejores, porque tienen que tener las habilidades ya desarrolladas.
Por ejemplo, uno de los sectores que más trabajadores demanda es el de la hospitalidad, que es justamente un segmento en el que se valoran aquellas habilidades humanas, de esas que son difíciles de entrenar. Entonces, quienes tengan buena comunicación y un especial interés por brindar buenas experiencias serán bien recibidos, y hasta puede que abran las puertas para generar una nueva oportunidad laboral.
Para tener una dimensión real de lo que implica un mundial, según el presidente estadounidense, Donald Trump, en su país se podrían crear más de 200.000 empleos vinculados a esta cita deportiva. ¿Qué pasará en México? Se cree que se crearán unos 120 mil empleos, tal como estimó Inés González Nicolás, titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México (STyFE).
¿Y después del Mundial? El legado laboral
Para muchos latinoamericanos, el fútbol no termina al sonar el pitazo final: seguimos soñando en grande. De la misma manera, el impacto del Mundial no tiene que ser solo temporal. La FIFA ha destacado que parte del objetivo de sus políticas es dejar un legado: no solo estadios, sino también mejores condiciones laborales, formación para la población local y reglas más justas para los trabajadores migrantes.
Por ejemplo, como parte de su legado, se promovieron reformas laborales en Qatar: se avanzó hacia un salario mínimo no discriminatorio y se flexibilizaron algunas reglas para que los trabajadores puedan cambiar de empleador, una medida muy esperada para quienes vienen de lejos por una oportunidad.
Para los latinoamericanos, apasionados por el fútbol, es clave que los Mundiales sigan movilizando empleo, sobre todo si pensamos que la cita de 2030 también pasará por nuestra región.